La mayoría de nuestras actividades se realizan en el Parque Nacional Sierra de Guadarrama y su zona periférica de protección. Estos lugares pertenecen a los municipio de Cercedilla, Navacerrada y Manzanares el Real. También trabajamos en los municipios de Torrelodones, El Escorial y Las Rozas.
Todos los lugares donde trabajamos tienen un alto valor medio ambiental, el cual debemos respetar y conservar, no siendo esto contrario a su uso y disfrute, siempre desde el respeto y el civismo.
PARQUE NACIONAL SIERRA DE GUADARRAMA
El Parque Nacional Sierra de Guadarrama ocupa más de 33.000 hectáreas en el Sistema Central, macizo montañoso que divide en dos la meseta castellana y separa las cuencas hidrográficas del Duero y el Tajo además de las provincias de Segovia y Madrid.
El pico Peñalara, con sus 2.428 m.s.n.m., es la cima más alta y junto con otras cuatro cumbres aledañas, conforma la cresta del llamativo Macizo de Peñalara, que se prolonga desde el Puerto de Los Cotos, en dirección N-NE, hasta el Collado del Camino del Nevero.
Parte protagonista del parque es la Sierra de Guadarrama, que se extiende desde la Sierra de Malagón hasta el Puerto de Somosierra. Abarca desde los límites orientales de la provincia de Ávila hasta Guadalajara. Tiene una parte principal, los Montes Carpetanos, que vierten sus aguas hacia la cuenca del Duero al norte y otra más pequeña, Cuerda Larga, que vierte sus aguas al sur, hacia la cuenca del Tajo. En medio un enorme valle, el Valle de Lozoya.
Es barrera natural que separa las dos submesetas Norte y Sur, y las dos cuencas hidrográficas. Fue durante muchos años un obstáculo para las migraciones y desplazamientos de muchas especies animales a la vez que un refugio. Esto ha permitido la supervivencia de muchas especies endémicas de la sierra.
Posee cerca de un millón y medio de especies vegetales y cuarenta endemismos.
Cabe destacar la riqueza del parque respecto a su fauna, especies como corzos, jabalís, tejones, zorros, ardillas, lagartos, cernícalos, herrerillos, milanos, mirlos y águilas, entre muchos otros.
Su flora no se puede menospreciar, desde el Pino Silvestre, que ocupa la mayoría de la zona, pasando por roble melojo, jaras, escaramujos, majuelos, enebro, piorno, helechos, vegetación de ribera y muchas otras especies visten de verde todo el parque.